viernes, febrero 25, 2011

¿Hacedoras de indicaciones o profesionales de la enfermería?

La enfermería va más allá de simplemente cumplir al 100% con las notas médicas. No es algo nuevo el que la plantilla de personal este incompleta, que haya sobrecarga de trabajo, que nuestras autoridades vean el número de camas (capacidad instalada) y no la calidad de los cuidados que se pueden brindar a un solo paciente; pero, ¿qué hace que una enfermera se envuelva en una rutina simple?, ¿por qué solo nos dedicamos a cambiar camas, tomar signos vitales y ministrar medicamentos?, es muy triste observar que en ocasiones todo el esfuerzo realizado con un paciente se viene abajo por alguien que solo va al hospital a "sacar la chamba (trabajo", ¿acaso no resulta frustrante enterarte de casos atroces en los que un pequeño y simple descuido cuesta la vida o la integridad de un paciente? ¿Qué hacer en esos casos? ¿Cómo ayudar a los compañeros a comprender que podemos tener juicio crítico y que somos capaces de tomar decisiones? Confieso, que hay días en los que me preguntó, ¿por qué la gente estudia enfermería, si no desea ayudar a cuidar? Sé que existen miles de factores en esta situación, pero ¿cómo podemos contribuir? me encantaría que todos sintiéramos la descarga adrenérgica al finalizar un turno en el cual cumpliste cabalmente con todos y cada uno de los cuidados de los pacientes que tenías asignados... aunque hayas salido una hora más tarde... saber que cumpliste con tú deber.... saber que aspiraste al paciente, lo cambiaste, lo dejaste confortable, etc., y pudiste realizar cada una de las indicaciones médicas sin decir el clásico "no me toca". ¿Cómo trasmitir la felicidad que se obtiene cuando un paciente sale del hospital con sus diagnósticos enfermeros resueltos o con un puntaje diana lo más cercano posible a lo planificado? La tranquilidad de haber cumplido con un deber profesional y no solo como una simple hacedora de indicaciones médicas...

jueves, febrero 24, 2011

Mi otra pasion.... fotografias de Tepeaca

Bueno, ahora quiero compartirles un poco de otro pueblo maravilloso.... Tepeaca.

Su nombre proviene de una alteración castellana de "Tepeyacac" compuesto de las voces nahuatl "tepetl" - cerro y "yacatl" nariz - punta lo que puede traducirse en varios modos "en la punta del cerro" o "en el cerro de enfrente". Se le ha denominado Tepeaca de Negrete porque ahí nació y vivió el Gral. Miguel Negrete Novoa. Junto con Tecalli de Herrera, se extrae el ónix y el mármol.


Foto (arriba) El rollo: (Torre con reloj). Uno de los pocos rollos que sobreviven en México es el de Tepeaca. Se dice que hasta el llegaba un túnel que partía del monasterio, cuya vista lateral, muestra los elementos que le confirieron el carácter de convento-fortaleza. Está inspirado en la llamada "Torre del Oro", ubicada en Sevilla, España. Dicha edificación fue mandada construir por el entonces Alcalde Mayor Francisco Verdugo, para significar la importancia de la ciudad, que desde el año de 1559 había recibido de parte de la corona española la categoría de ciudad y escudo de armas. Este hermoso edificio octagonal de estilo mudéjar que es la representación más viva del mestizaje colonial, tuvo en el principio la doble función: como símbolo de la ciudad desde donde se leían los edictos, proclamas reales, torre de vigilancia y picota, es decir, el lugar en donde se castigaba, se hacia pública y se ejecutaba la acción de la justicia.Posteriormente le fue acondicionado un reloj, función pública que tiene en la actualidad.

Ex convento de San Francisco de Asís, que fue construido en el siglo XVI. Consagrado a San Francisco, el ex convento se levanta al filo de la anchurosa plaza principal, ofreciendo el aspecto de fortaleza inexpugnable. Su mole imponente, su corona de almenas, sus contrafuertes rematados por garitones para los centinelas y más que nada los dos pasajes de ronda, denuncian su función templo-fortaleza. Sus muros color hueso albergan una sola nave, iluminada por 20 ventanas. Las pomas de los remates de los contrafuertes y de la torre del dan un aire “Isabelino”, pues tales adornos privaron en la arquitectura ligada al reinado de los Reyes Católicos.

La siguiente fotografía es del interior de la Iglesia del Niño Doctor. en lo cual reciben peregrinaciones procedentes de diversas partes del Estado de Puebla y del país, que visitan a la imagen.La gente cuenta que en la época de la Colonia en el Ex convento de San Francisco de Asís habitaban las monjas de la orden de las Josefinas, en la que destaca la Reverenda Madre María del Carmen Barrios Báez quien todos los días vestía la figura de un Niño Jesús, hasta que un día misteriosamente el niño tenía sus zapatitos sucios, como era época de lluvia, estaban llenos de lodo, sin embargo, las religiosas, creyeron que sólo se trataba de una broma o simplemente alguien había ensuciado los zapatos, posteriormente dicha figura fue llevada a Tehuacán un municipio también de Puebla, muy cerca de Tepeaca, dicha figura sólo permaneció ahí por poco tiempo ya que extrañamente apareció en la Parroquia de San Francisco de Asís igualmente con sus zapatitos sucios, a partir de este suceso algunas personas que anteriormente habían estado enfermas relatan que durante su sueño veían que la imagen del Niño Jesús los visitaba y que posteriormente habían sanado sus enfermedades. A partir de ese entonces todos días llegan al Pueblo de Tepeaca miles de feligreses con la intención de venerar al Santo Niño Doctor de los Enfermos.Cabe mencionar que la veneración a éste es en una pequeña capilla que se encuentra en la Parroquia de San Francisco de Asís, la cual mide aproximadamente 12 mts² y todos los domingos le ofrendan a éste Santo innumerables arreglos florales y juguetes. La fecha de sus fiesta anual es el 30 de abril.

Espero que les agraden las fotos de hoy.... disfrutenlas!!!!

lunes, febrero 21, 2011

Mi otra pasión.... la fotografía

El día de hoy le toca a un lugar llamado Acatzingo en mi ya muy amada Puebla....
Acatzingo quiere decir "en los carrizalitos o en los pequeños carrizales".

El pueblo de Acatzingo fue fundado por los indígenas nahuatlatos; posteriormente es conquistado por los españoles, quienes trajeron a los frailes franciscanos que llegaron a este lugar el 13 de mayo de 1524. 
Se transformó en pueblo de corte español, sobre todo después de la construcción de su convento edificado en 1528, por Fray Juan de Rivas; estuvo al frente de la obra Fray García de Cisneros; de este mismo año es la pila bautismal, por lo que se supone fue la primera en la Nueva España.
 
Existe una fuente que data del año 1591 y un santuario a la virgen de los Dolores construido en 1764.
 
En el siglo XVI fue Tenientazgo de Tepeaca, en el año de 1811, los realistas son derrotados en este lugar.
 
En 1859 es tomada la ciudad por los liberales y en 1862 se establecen las tropas francesas.

El 3 de junio de 1876, se realiza una batalla entre el comandante republicano Capitán Rafael Romero y tropas rebeldes comandadas por Couttolenc y Fidencio Hernández; es derrotado el primero y pierde la vida.

En el año de 1872, por decreto del entonces Gobernador del estado Lic. Ignacio Romero Vargas es elevado a la categoría de Villa de Acatzingo de Hidalgo, en honor al Padre de la Patria. En la época colonial perteneció al distrito de Tepeaca y en 1895 se constituye en municipio con cabecera en la Villa de Acatzingo de Hidalgo.

Espero que les agraden las fotitos


domingo, febrero 20, 2011

Un poco de Historia... las parteras de la época precolombina

En la época prehispánica, en México se desarrollo una las más grandes culturas de América, los Mexicas.

En esta cultura, ríquisima en tradiciones, ritos se daba una iportancia trascendetal a los cuidados prenatales, la atención del parto y puerperio y fue precisamente Fr. Bernardino de Sahagún (Franciscano) quien mejor relata lo que sucedía en esos días de "río revuelto y ganancia de pescadores".



Así que procedere a citar de manera exacta, parte de los textos escritos por Sahagún:
"Cuando ya la preñada estaba en días de parir, juntábanse los parientes, viejos y viejas, y aparejaban la comida y bebida; después que habían comido y bebido llamaban a la partera (bien instruida en su oficio) que les parecía ser tal y para este efecto. Primero se hablaban los padres de los casados, y levantábase a orar o a hablar un viejo, o de la parte del mozo o de la moza, y decía de esta manera: -"Señores, padres y madres de estos casados que aquí estáis presentes: ya esta muchacha anda en días de parir, y anda fatigada con su preñado, porque ya se llega el tiempo donde se manifestará lo que fuere la voluntad de dios. ¿Qué sabemos si morirá? Conviene, señores, que la ayudéis; conviene que reciba algunos baños, que entre en nuestra madre el horno del baño, que se llama Yoaltícitl, que es la diosa de los baños, sabedora de los secretos, en cuyas manos todos nos criamos; ya es tiempo, ya conviene que la pongáis en las manos y sobre las espaldas de alguna buena partera, diestra en su oficio, que se llama tícitl, y sea rogada y hablada como es costumbre por los que sois padres y madres de la moza; oiga vuestras palabras con que como padres y madres le roguéis, para que tome este negocio a su cargo; pues que estáis presente los padres y madres de estas piedras preciosas y plumas ricas, y no os ha apatado dios de ellos; después de vuestra vida, y en vuestra ausencia, no tenéis obligación de mirar por ellos; y desoués de vuestra muerte, después que nuestro señor os haya llevado, ¿dónde os irán a buscar? Y pues que dios les hace merced en que sois vivos, haced el deber".



Dicho esto, luego salía allí la partera que para esto estaba buscada, y poníanse junto a ella los viejos y viejas, y luego una de las viejas comenzaba a hablar a la partera de esta manera:
-"Señora, aquí estáis presente, haos traído nuestro señor, que está en todo lugar. Persona honrada y digna de veneración. No queremos que por nuestro poco saber la pongamos en ocasión de enfermedad; por ventura aún no es tiempo de enderezarle la criatura, ni llegar a ella. Así os rogamos señora, que hagáis misericordia con esta muchacha, y que hagáis con ella vuestro oficio y facultad, pues que nuestro señor os ha hecho maestra y médica, y por su mandado ejercitáis este oficio. Señora, no tenemos que decir más de lo que habéis oído: os dé dios muchos días de vida para que le sirváis y ayudéis en este oficio que os ha dado".

Se imaginan la trascedencia social que tenían éstas mujeres? Literalmente les rogaban para que pudieran atender a la mujer embarazada!!!! Wow!!! Y ahora? que pasa con las enfermeras obstetras que ha sido desplazadas por los médicos ginecologos? Que sucedió en ese trans?

Y aún hay más.... sobre Sahagún y su Historia General de los cosas de la Nueva España.

sábado, febrero 19, 2011

¿Cómo hacer visibles los Cuidados Enfermeros?

Nuestra historia nos remonta a la aparición del hombre mismo, iniciamos el "cuidado" desde que el hombre apareció sobre la faz de la tierra, ya que el cuidado contribuye a asegurar la sobrevivencia de los grupos sociales. Uno de los primeros cuidados es la alimentación, cuidado que se atribuyo a las mujeres y desde aquí se nos asignó ese rol social de "cuidadoras".

Actualmente, en los grandes centros hospitalarios, los cuidados básicos de enfermería (alimentación, higiene, vestido, etc), quedan relagados para las auxiliares de enfermería, nosotr@s mismas denigramos estos cuidados delegandolos a personal de menor nivel academico.

Pero no solo nosotros como gremio lo hacemos, el resto del equipo multidisciplinario también lo hace. Cuantas veces hemos escuchado la trillada frase de los médicos de que "sois mi mano derecha", seguimos quedando como simples "hacedoras de indicaciones médicas".

Alguna vez en el centro hospitalario donde laboro cuestione al médico por escribir en las indicaciones médicas - Cuidados Generales de  Enfermería, comente -"Dr. X me podría decir, ¿cuáles son los cuidados generales de enfermería?, la resuesta del Médico fue: -"pues no lo sé, para eso estás tú". La pregunta siguiente fue -"¿Por qué indica algo que desconoce?". La respuesta la sigo esperando...

¿Por qué seguimos permitiendo esa falta de reconocimiento profesional y laboral? ¿Por qué no hacemos gala de nuestra ciencia, de nuestro saber?

Los cuidados de enfermería los podemos clasificar de muchas formas, yo me quedo con la que dió Marie - Francoise Colliere: Cuidados para el mantenimiento de la vida (los cuidados básicos de enfermería como el asistir a la alimentación, el vestido, a la higiene) y en Cuidados de curación (cuidados específicos o técnicos, que requieren un determinado nivel de formación académica).

Cuando constituyamos una ciencia homogénea con un sistema de documentación que nos permita ver reflejados al 100% los cuidados brindados, cuando las autoridades dejen de tomar en cuenta el número de camas de las unidades hospitalarias para la asignación del recurso enfermero y se basen en las cualidades y característicos de los receptores de cuidado, cuando veamos al ser humano desde un punto de vista holístico e intercultural entendiendo que cada ser humano es un ente con diferentes connotaciones, costumbres y sentimientos, entonces y solo entonces podremos hablar de que nuestros cuidados sean visibles.

Esta en nuestras manos, en nuestro día a día, en nuestro desarrollo como profesionales de la enfermería y no sólo en el crecimiento curricular el desarrollar al máximo nuestra profesión, elevandola aún más y colocandola como una profesión diferente a la medicina, no como una mano derecha ni como sus asistentes.

El reto es grande, pero creo que vamos por buen camino. Tenemos la ciencia, el arte y el entusiasmo para defender nuestra posición como profesionales del cuidado.

La enfermera perfecta

¡La Enfermera Perfecta! En eso mismo se propone convertirse la joven que, impulsada  por todo un conjunto de sentimientos, de disposiciones interiores, decide consagrarse a los enfermos y comienza a estudiar para llegar a proporcionarles alivio. Si su vocación es verdadera, siente en su interior un fuertísimo amor por el prójimo, dispone de grandeza de espíritu y es generosa, abnegada y perseverante a la hora de acudir en ayuda de quienes son menos afortunados que ella. Todas éstas son disposiciones que Dios le ha concedido para enseñarle el camino y ayudarle a seguirlo.
Ante los nuevos deberes con los que se habrá de enfrentar, ella debe refelxionar, saber qué nuevas cualidades le son necesarias para alcanzar su objetivo.
Su amor al prójimo le dirá que ha de ser buena sin limites pero con justicia; buena en sus palabras, buscando siempre causar placer, controlar, distraer, alentar; buena en su manera de suministrar sus cuidados, ha de ser dulce, paciente, jamás malhumorada, jamás brusca; que ha de tener en cuenta, en la medida de lo posible, los deseos del enfermo, sus manías, sus debilidades; ha de ser incansablemente buena de la mañana a la noche; buena con todos, tanto los más simpáticos como los más desagradables. Ha de estar pendiente del más mínimo detalle de los cuidados, siendo ingeniosa para hallar el medio de hacer soportables la enfermedad, las contrariedades, poniéndose en el lugar del enfermo para imaginarse qué es lo que podría animar su situación como anima un rayo de sol.
Será alegre para que descansen los de su entorno, pero su alegría no resultara ofensiva para el enfermo, será tranquila, y le dará paz y fuerza renovadas cuando se necesario, una vez más, estudiará el estado de animo de su enfermo que se le ha confiado; deseará que éste manifieste más claramente su voluntad, temerosa de no haberla satisfecho debidamente, su entrega le hará olvidar el cansancio, no durará en levantarse cincuenta veces, si esas cincuenta veces aportan bienestar a su entorno.
Producirá la impresión de que uno se puede dirigir a ella para recibir alivio, que ella desea que esto suceda, que lo contrario le apenaría. Sus ideas se llevarán a buen fin; no pasará sin motivo de una tarea a otra, incluso si ésta le produce disgusto; en tal caso, por el contrario, desearía liberarse de la misma forma inmediata y a la perfección.
Su espíritu de observación estará alerta en todo momento ara ver qué se ha de hacer y cómo. No le será confiada ninguna tarea sin que la complete a conciencia, escrupulosamente; el control ajeno le es superfluo, y no produce cambio alguno en su manera de hacer las cosas.
Es sincera, leal, dice las cosas como son, realiza a conciencia lo que se le encomienda, guarda escrupulosamente cualquier secreto que le sea confiado o que pueda sorprender.
Si se le hace una observación, la acepta; estudia su propio comportamiento, toma buena nota de lo que le incumbe y deja pasar aquello que pudiera ser injusto.
Es discreta; responde ante el enfermo que la pone al tanto de sus asustos, y le aconseja sin jamás interrogarle para saber si omite algo en sus palabras; una vez lejos de él, olvida todo lo que el enfermo podría haber dejado escapar.
Es tranquila, pausada; está cerca del enfermo como un ángel de la guarda, siempre alerta, suministrando sus cuidados sin ningún ruido, sin aspavientos, con precisión de movimientos.
Nunca habla sin motivo y se limita a responder en la conversación. Sus supervisores siempre la ven activa, cortés, traquila, entregada; su confianza en ella es total; y la saben sumisa y respetuosa, amable, diligente. Ante el médico es toda oídos, con el fin de captar bien sus consejos; éste escucha sus informes claros y precisos, y el reconocimiento de los errores que ella hubiera podido cometer involuntariamente. Ante el médico ella es respetuosa, sumisa; sabe estar en su sitio, y le inspira confianza.
El enfermo la aguarda con impaciencia; se sonroja de placer al verla entrar, le platica sus penas, seguro de que le escuchará hasta el final, le comprenderá, se compadecerá de él y deseará consolarle una vez más, como ella sabe hacerlo.
Para el enfermo, ninguna mano es tan suave como la de ella, ni tan hábil. La poción recibida de su mano es mucho menos desagradable. La enfermera que le brinda todos sus cuidados es por el momento la única felicidad que él desea y puede sentir; sólo ella le puede convencer. Con su uniform de un blanco inmaculado, siempre fresco, siempre impecable, con su rostro y manos limpias y arregladas, la perfecta enfermera refleja el cuidado que le merecen la higiene y el orden, dos cualidades que están presentes en ella al igual que ella hace que estén presentes en todos los cuidados que proporciona al enfermo.
Vela por su propia salud; si la fatifa apareciera sobre su rostro, le estaría permitido ocultarla con el fin de que el enfermo no se entristeciera ante unos rasgos cansados y dignos de compasión. Sin caer en la coquetería, ella debe, no obstante, intentar resultar agradable a la vista, procurar con su aspecto el reposo a quien sólo le tendrá a ella como distracción.
Su aspecto será digno e impondrá el respeto a todos sin excepción, sabrá demostrar que es "alguien", y que como tal ha de ser tratada.
Ante el enfermo actuará con tacto; no le ofenderá, sino que aceptará sus ideas, intentando comprenderlas. Tampoco ofenderá a las personas de su entorno, mezclándose con las mismas lo menos posible, explicando en la medida que sea necesario su forma de pensar sin intentar imponerla.
Respetará las convicciones de enfermo y también sus gustos, sabiendo no obstante imponer reformas cuando éstas contribuyan al bienestar del enfermo. A domicilio, por ejemplo, sabrá ordenar el cuarto dejando el menor número de objetos posibles sin transformar, ya que de no ser así, el pequeño rincón que tan agradable le resulta al enfermos gracias a la presencia de sus objetos queridos se volvería una celda donde se creería despojado para siempre de todos sus bienes terrenales.
La sangre fría de la enfermera hará que en cualquier momento esté dispuesta a todo y que siempre sera útil. Cultivará todas estas cualidades sin cesar, de manera siempre renovada; una gran humildad le hará ver no lo que posee y lo que hace, sino lo mejor que se puede hacer, con el fin de vivir no para ella, sino en los demás y para los demás en todo momento.
L`Infirmière Francaise, 1927

Jajajajaja y la pregunta es.... ¿dónde encontrarla?... Ahora comprendo por que la profesión de enfermería sigue viendose como un arte, como un servicio doméstico, como una asistente, como la mano derecha del médico.... porque aún en pleno siglo XXI seguimos rindiendo pleitesìa a los médicos, los seguimos adorando y sirviendo como si fueran dioses.... y vemos el hospital como el olimpo....

Por qué si somos dos profesiones tan diferentes que tan solo coincidimos en un punto (el ser humano) seguimos dependiendo de ellos? Por que no podemos quitarnos de encima tantos velos que por siglos nos han encubierto? Y por ende llenado de gloria a otra profesión a costa de la nuestra?.... ¿Cuánto más lo vamos a perpetuar?.... la pregunta queda en el aire....